Muy bien, aquí vamos de nuevo y directo al grano: Spider-Man Across the Spider-Verse es la mejor película animada en lo que va y habrá este 2023. Sí, definitivamente. Aún sin ver varios de los proyectos animados por estrenar este año. Y claro que voy a aprovechar esta oportunidad para explayarme y matizar el por qué de mi postura y contarles mis puntos buenos y negativos (que los hay) de esta divertidísima aventura a través del multiverso arácnido.
A partir de aquí, spoilers!
Construyendo un multiverso animado
Ya desde la incursión previa de Miles Morales en el multiverso sabíamos que esta nueva iteración del personaje marcaba un ritmo claramente distinto a las adaptaciones previas del personaje. Sí, los puntos canónicos del personaje, como la muerte del tío y el aceptar la responsabilidad como el amigable vecino Spider-Man estaban presentes, pero lo hacían con una animación y narrativa muy particular, alejándose del estilo Pixar y jugando con el enorme catálogo de referencias, diseños, arte y estilos de los centenares de cómics existentes, logrando con ello una solida historia al entrelazar el origen de Miles Morales como superhéroe con la presentación de las variantes multiversales del personaje sin confundir al público.

En este nuevo cruce multiversal no solo empujan la animación a niveles superiores de la anterior, pues logran lo impensable: ser un cumulo de estilos y propuestas tan radicales entre sí al proponer una variedad de mundos tan diferentes con los que el MCU no puede ni se atreve a competir (para muestra tenemos lo deslavado del multiverso mostrado en Doctor Strange and the Multiverse of Madness).
Un montón de Spider-Gente para elegir
No podemos obviar el elefante en la habitación. Sony da carta libre a sus directores, guionistas y productores y si en la película anterior nos dieron una probadita de versiones alternas de Spider-Man con Miles Morales, Gwen, Peter B. Parker, Spider-Pig, Spider-Man Noir y Peni Parker, aquí sí nos desmadramos y conocemos variantes tan diferentes al punto de no lograr darnos abasto con todas ellas.

A destacar mis favoritos: Spider-Man Indian, quien bajo la piel de Pavitr Prabhakar nos presenta a una versión carismática, energética e increíblemente optimista; muy diferente a Spider-Punk, un Hobie Brown anarquista, rebelde, en contra de la Spider-Society e increíblemente andrógino y sexy; demostrando que sin importar el universo en donde nos encontremos, siempre habrá un Spider-Man adecuado para cada uno.

Y así como tenemos a héroes en distintas formas, tenemos a los villanos. No sabría si definir a Miguel O’Hara como uno de ellos, pues realmente es un papel antagonista sin caer en la maldad del Buitre Renacentista a quienes hacen frente al comienzo de la cinta.
The Spot (no nosotros), o La Mancha, por otra parte, es el gran descubrimiento de la cinta. Siendo un villano ya no de segunda si no de tercera categoría, comienza un viaje muy similar al de Miles Morales: un personaje insignificante quien adquiere poderes y los usa en busca de venganza y reconocimiento. Y si al principio no deja de ser el malo de la semana, los guionistas saben muy bien cómo direccionarlo para convertirlo en un digno oponente del Spider-Verso.

Su conexión con quienes le aman: La esencia de Spider-Man
Si algo han entendido bien los creadores de Spider-Man Across the Spider-Verse es la importancia del personaje con aquellos quienes le aman y lo rodean: sus familiares, sus amigos y su ciudad. Peter Parker no puede entenderse sin Mary Jane, Gwen Stacy, su Tía May y la tragedia con su Tío Ben. De igual manera, no podemos entender a Miles Morales sin la relación que este tiene con sus papás y su entorno, siendo más relevante al ser un chico latino en la urbe más grande del mundo.

La película cubre así su parte de ser, igual que la anterior, el viaje de un adolescente buscando su identidad y su lugar en el mundo. Cobra especial relevancia la conversación con su madre respecto a encontrar personas con quien tendría mucho en común, pero se seguiría sintiendo solo. Esto no solo es crucial para los eventos por desarrollarse en el siguiente acto, sino por la relación que la película insiste en reforzar entre cada Spider-Man con sus seres queridos. No por nada, al menos en su versión en Inglés, la película hace uso del idioma español en esta conversación entre madre e hijo.
Esta idea se refuerza a su vez con el viaje de Gwen Stacy y su padre, haciendo uso de distintas técnicas de animación para representar el aislamiento del personaje tanto consigo misma como con su entorno, logrando a la par una alegoría a la comunidad trans del que, al menos para quien escribe esto, Gwen forma parte.

Es algo muy muy genial lo que hace la película. Usar una gran cantidad de técnicas de animación y mezclarlas unas con otras, jugar con la cantidad variable de cuadros por segundo entre ellas, usar iluminación y estilos distintos entre toma y toma, incluir secuencias en live action, agregando cameos por todas partes, y lograr que todo este desmadre audiovisual se desarrolle sin saturar a uno como espectador, maravillando la pupila y aún así, dejar todo este espectáculo visual en segundo plano para darle muchísimo más peso a la narración y a la emoción que cada personaje está viviendo.
Qué hace de Spider-Man un Spider-Man
Más allá del fanservice (como los cameos de Andrew Garfield y a Tobey McGuire), el verdadero núcleo emotivo de Spider-Man Across the Spider-Verse lo encontramos en la secuencia donde comprendemos qué es lo que hace de Spider-Man en Spider-Man: los eventos canónicos del personaje.
Rodeado de toda la Spider-Gente, con una iluminación claustrofóbica, tonos rojos y la ominosa presencia de un destino imparable, damos un twist al “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” y colocamos a nuestro protagonista frente a una terrible encrucijada: sacrificar a sus seres queridos, luchar por lo que está bien y lo que es correcto, buscando equilibrar su doble vida y fallar en ello. Momentos donde recordamos que los poderes no son quienes nos definen, sino los lazos formados con nuestros seres queridos y a quienes, al final del día, luchamos por proteger, demostrando por qué millones de personas logran identificarse con cualquier versión de Spider-Man.

Más allá del Spider-Verso
Sí pudiera definir Spider-Man Across the Spider-Verse en una sola palabra sería: emoción. Vaya que estuve al borde de la butaca, no solo en los momentos de acción, sino en aquellos donde primaba era el sentimiento de pertenencia y de buscar ser alguien en el mundo. Las conversaciones de Miles y Gwen con sus respectivos padres, la historia de Spider-Man 2099, la intervención de los Eventos Canon son momentos mucho más definitorios del camino trazado por sus creadores que el acumulado de referencias y escenas de acción.
Sin embargo, si un pecado comete la cinta es dejar a miles de espectadores con la espera de una conclusión en una parte dos de este viaje, pues nos presentan tantas tramas y personajes a los cuales, pese a agarrarles cariño, nos deja con una sensación de conocerlos muy superficialmente, pues a final de cuentas está no deja de ser una historia puente entre el verdadero final del Spider-Verso. ¿Es algo que afecte a la experiencia? No, pero es importante aclarar el punto.
Spider-Man Across the Spider-Verse nos demuestra cómo aún pueden encontrarse historias interesantes en el basto mundo del cómic de superhéroes Estadounidense, demostrando que la fatiga responde más a historias formuladas tratadas como productos y no en historias donde, al igual que demostró James Gunn con su Guardianes de la Galaxia Vol. 3, lo importante es emocionar al espectador con una trama inteligente, honesta, cuyos personajes aporten una experiencia emotiva y sobre todo, nos permitan volver a soñar con trepar paredes y columpiarnos en la puesta de sol.

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