Suena el tema de apertura y se abre el telón. Seleccionas al Player 1, no hay más.Unos cuantos efectos de transición en 8 bits y aquí vamos. ¡Bienvenido al Reino Champiñon de Super Mario Bros! Nuestra misión es pasar horas de entretenimiento, no rendirnos jamás, vencer al temible Bowser y claro, rescatar a la Princesa Peach acompañados de nuestro leal hermano Luigi.
Con esta sencilla premisa, millones de niños de los noventa compartimos a la distancia la experiencia de jugar Super Mario Bros, Super Mario Bros 3 y varios títulos más en nuestros viejos Super Nintendo. La frustración de no poder pasar un nivel, perder cientos de vidas al no dar el salto adecuado y la gratitud de ser el salvador de este microcosmos. Y en este 2023, me atrevo a decir que dicha experiencia ha sido replicada, no en el mismo medio, pero sí con la misma intención.
Por años, la compañía de la Gran N se mostró reacia a compartir a sus personajes en cualquier medio audiovisual. Su miedo no estaba infundado. A comienzos de los noventa, la primera adaptación de un videojuego al cine se dio con el infame live action de Super Mario Bros (1993. Dir. Rocky Morton, Annabel Jankel), de la cual tengo vagos recuerdos al verla por televisión y disfrutar con ella. Pero los tiempos cambian, la nostalgia vende y tras el éxito que por años franquicias como Pokémon (licencia compartida de la compañía) han logrado, Nintendo al fin autorizó la anhelada luz verde a una nueva adaptación del personaje insignia de la compañía. ¿Cuál fue el resultado?

Adentrándonos en el mundo de Super Mario
Mucho se ha hablado en estos días sobre lo sencilla de su trama, sobre lo poco que innova; puntos con los que estoy de acuerdo hasta cierto punto, pues aunque razón hay en ellos, también es cierta la frase “¿Para qué arreglar algo que no está descompuesto?”.
Tomando como punto de partida Alicia en el País de las Maravillas, Súper Mario Bros (2023. Dir. Aaron Horvath, Michael Jelenic) lleva a nuestro querido Mario al Reino Champiñón para que, con ayuda de la Princesa Peach, puedan rescatar a Luigi de las garras del Rey Koopa Bowser, el cuál está en labor de conquistar los Reinos circundantes para pedir en matrimonio a nuestra querida Princesa. No hay spoilers, no hay grandes giros en la trama, pero sí hay mucho corazón invertido en esta sencilla premisa.

Siendo consistente con los gráficos que el personaje ha mostrado en distintas consolas, la película está plagada de referencias y elementos del lore de más de 35 años. Power Ups en 8 bits, jingles de los juegos, brillantes cameos del basto universo champiñón. Es inevitable quedar con la mandíbula abierta ante todos estos elementos que como ya mencioné, apelan a la nostalgia, satisfaciendo al fanático y dejando un poco atrás a aquellos cuyo primer acercamiento al fontanero sea está película. Y aún así es imposible perderte en el flujo narrativo que encadena una acción a otra, metiendo con mucha soltura elementos imposibles como la carrera de Karts o el combate de Smash. ¡Todo es posible en Super Mario Bros!

Conclusiones
No voy a mentir, disfruté como niño con su cada minuto de la aventura. Cada introducción de personajes me llenaba de alegría, me emocionaba con reconocer las miles de situaciones vividas a través de los videojuegos. Sentí cada error de Mario como mío propio al fallar en las misiones. Me encariñé montones de Peach, Luigi, los Koopas, y sobre todo, admiró notablemente el desarrollo de Bowser, muy inspirado a lo visto en él en Súper Mario Oddisey y aprovechando el enorme talento de Jack Black con el pegadizo Peaches.
Puedo entender una de las quejas generalizadas por demandar una historia mucho más trabajada y menos dependiente del material original, así como la opinión contraria sobre el supuesto conformismo del que se habla, teniendo referentes como The Lego Movie. Por mi parte, me considero satisfecho por esta colorida y muy digna adaptación, la cual funciona como un buen homenaje al legado del personaje y que, sin duda alguna, te deja con la sensación de seguir explorando más y más de este mundo.
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