Esta entrada fue publicada originalmente en The Void Stile el 22 de marzo de 2017.
Todos tenemos con gran cariño en nuestro corazón a Studio Ghibli, la compañía nipona de animación hogar del adorable Totoro, esto debido a sus increíbles y carismáticas historias que han logrado traspasar barreras y formar parte importante dentro del cine de animación mundial, aunado a la brillante inventiva del gran maestro de la animación Hayao Miyazaki y todo su equipo de creativos y directores. Y aunque su calidad narrativa y técnica es indiscutiblemente impresionante, poco se ha hablado de un elemento, sin duda curioso, dentro de su extensa filmografía: la comida.
Recupero esta entrada perdida en el Negaverso del Internet para hablar nuevamente de este tema que siempre me ha dado curiosidad. A final de cuenta, la comida siempre nos pone creativos y nos da energías para realizar aventuras, y para un botón no olvidemos el inicio de Chihiro, la película más exitosa del estudio.En su momento investigué un poco sobre el arte culinario japonés y me sorprendió ver algunos platillos traspasados fielmente desde la animación a la realidad.
Iniciamos con un clásico oriental, El Ramen, visto en la tierna Ponyo y El Secreto de la Sirenita, una adaptación libre del clásico cuento de Hans Christian Andersen. Después de ver como Ponyo devora ese plato de Ramen, uno no puede evitar querer probarlo.

El Ramen es la versión japonesa de los tradicionales fideos chinos; y estos se diferencian entre sí por la sopa que utilicen, entre las cuales es muy común ver Soya (Shōyu), Huesos de Cerdo (Tonkotsu), un poco de Miso (la cual es una base de pollo con Miso, una pasta aromatizante fermentada, hecha con semillas de soya y/o cereales a elegir, sazonados con sal marina) y de Shio (la más común, pues es simplemente una sopa a base de sal).

Afortunadamente es bastante fácil de hacer, y el que tenemos en la imagen de arriba es exactamente igual a la versión de la película. Sólo necesitas un paquete de Ramen (se consiguen en la sección oriental de super mercados), una rebanada de jamón cocido (que puede ser de la variedad York en rebanadas gruesas), la mitad de un huevo cocido y algunos cebollines. Para los despistados como yo, nos pude encontrar un video tutorial, mismo que dejo a continuación:
Continuando nuestro recorrido fílmico y culinario, en El Viaje de Chihiro Miyasaki nos deleitó con la visión de un par de Bollos Rojos al Vapor. Uno no puede evitar el antojo al ver lo esponjosos que lucen, además de ese sutil color rojizo al interior.

Los Bollos Rojos al Vapor, o Baozi, son una enorme variedad de bollos muy habituales en la cocina china. Sus rellenos pueden ir desde una amplia selección de carnes (res, puerco, pollo o carnes varias) así como de dulce (principalmente realizados con semillas o natas). La variación japonesa recibe el nombre de Nikuman y son muy fáciles de encontrar en puestos callejeros, teniendo incluso una particular versión que se resumiría en una pizza dentro de un hermoso bollo, ideal para los amantes del platillo italiano.

La versión de Studio Ghibli está rellena de una dulce mezcla de frijoles rojos, la cual se puede conseguir en tiendas de productos orientales, o la puedes realizar tu mismo usando frijoles rojos (los coces de la misma manera que los normales) y para darles el toque dulce los trituras o licúas mezclándolos con 2 tazas de azúcar, dos cucharas de mantequilla y una pizca de sal (para 250 gr de frijoles).
Para realizar los bollos con este relleno, puedes darle un vistazo a esta página (en inglés).
Ahora que si no te quieres complicar la existencia, en La Colina de las Amapolas (dirigida por Goro Miyasaki, hijo de Hayao) pudimos ver lo que podríamos considerar un delicioso desayuno variado, consistente en un huevo estrellado sobre una base de arroz frito.

Pese a que el resultado que nos da la siguiente receta (la cual encuentran a profundidad aquí) no es exactamente igual al visto en el filme, sí mantiene la esencia del mismo. Básicamente usaremos tocino, arroz, tallos de cebollín, salsa de soya, mantequilla, sal y por supuesto, huevos.

Pero si quieres que tu desayuno sea aún más sencillo, la adorable Sophie nos enseñó junto a Calcifer el procedimiento más delicioso para realizar unos Huevos con Tocino. Para mayor referencia, disfruten de la divertida y emocionante El Castillo Vagabundo.

La receta es bastante sencilla, así que solo sigue tu instinto y prepáralos a tu gusto. Siempre puedes acompañarlos con un poco de cebolla frita para darle un toque de color. Y por favor, no olvides alimentar al pobre de Calcifer.
Cerramos este delicioso post con algo un poco más complicado y delicioso: Salmón en Salsa Bechamel, directo desde la mesa de Porco Rosso.

La salsa bechamel es una salsa de origen francés (o italiano, aún no está bien esclarecido) usada muy comúnmente en la elaboración de Lasagna. La preparación de dicha salsa no puede ser más irrisoriamente sencilla, pues ocupa una mezcla de leche, harina, sal, pimienta, nuez moscada y mantequilla. El salmón, en cambio, tiene diversas formas de preparación. En esta ocasión nos iremos por uno escalfado, es decir, hervido.
Para darle un sabor más exquisito lo puedes hervir usando mantequilla, rodajas de limón y eneldo (una planta de agradable aroma que se puede conseguir en mercados ambulantes o en la sección de vegetales de los súper mercados). Una vez escalfado el salmón, lo bañas en salsa bechamel y lo puedes acompañar con zanahorias glaseadas.

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